viernes, 17 de abril de 2009

¿Por qué?

Todas aquellas chismosas que se encargaron de leer las cursis cartas que me enviaba en ese entonces mi novio se podrán dar una idea del por que.

Pero en algo que escribi recientemente hice esta referencia y me preguntaron "¿Por qué la bruja del Norte?". Podían darse una idea, pero nada a ciencia cierta.

Todo comenzó con una persona que se comía el mundo a puños.
Experimentando por primera vez una libertad sofocada respecto a asistir o no a las clases. Una maravilla. Libertad pero lo mas apasionante era el control mismo, el sentir lo prohibido y experimentar trangredir lo básicamente establecido hacía años atras: El horario escolar era de 7 u 8 de la mañana a 2 o 3 de la tarde.
Y entonces se dió a la tarea de conocer el poco conocido mundo de esas 6 o 7 horas faltantes.

Billares, pintas sin tener que saltarse ninguna barda, ni hablar por teléfono con excusas con voces fingidas. Cines con tarifas mas baratas y casi vacios, el famoso Tepoz, pero sobretodo las quecas (quesadillas) de una señora de por ahí. Una tiendita que vendía cerveza y una rockola.

Rebeldes con causa ¿cuál era la causa? la pura fiesta. Era toda un florecita ( jeje...que ridicula yo)

No puedo quejarme fueron momentos muy dulces.

Todo comenzó con aquel que poco a poco se unió al pequeño grupo y que gracias a su facilidad de movimiento (tenía carro ¡dah! ¿qué quieren? dejen que me de mis toques de escritor) llegábamos cada vez mas lejos y mas rápido.

Y así fue como se fue construyendo una relación, que duró algo. Mucho. Bastante. ¡WAW! pero si a quien engaño. Fue un chingo. Llegó no solo a conocer a su familia, sino que alcanzó a desarrollar una estrecha relación con ellos, incluso mejor que la que tenía con el. Osea estaba cabrón.

Bueno, en esa nada breve relación empezó el mito: Yo era su hechicera.

No tengo que explicar el por que de la cursilería o ¿si?. Bueno, por que desde el primer momento que me vió lo hechicé ¿ya? ¿contentos? Ya me imagino las risas. Bobos.

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